Córdoba
VIDEO: Se entregó el acusado por el crimen de Santiago Orellano en un partido de fútbol
El principal sospechoso de haber baleado en la cabeza a Santiago Orellano, el joven de 18 años que murió el sábado 22 de agosto pasado durante una pelea que comenzó durante un partido de fútbol, se entregó en la Jefatura de Policía y quedó detenido.
Se trata de Franco Daniel Tapia, de 24 años, quien se mantuvo prófugo durante más de una semana en distintos domicilios que eran seguidos por los investigadores.
Ver esta publicación en InstagramSe entregó el acusado de matar a Santiago Orellano en un partido de fútbol.
El fiscal de Instrucción Tomás Casas le imputó el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y mantuvo hasta el momento su detención en la Alcaidía de la Jefatura de Policía.
Ese fatídico sábado 22 se disputó la revancha de un partido de fútbol entre dos clásicos rivales barriales -Comercial y Vicor , ambos del sector sur de la ciudad de Córdoba-, donde el equipo de Vicor llegó como visitante de Comercial, pero con la ventaja de haber ganado el primer partido.
Cuando Vicor se puso en ventaja por 3 a 0 se originó una pelea dentro del campo de juego que se trasladó a las tribunas, con disparos de arma de fuego incluidos.
Orellano había ido a ver a su equipo de Vicor y corría en busca de un refugio cuando recibió el impacto de un proyectil en la nuca que terminó con su vida. Dos de sus amigos sufrieron heridas: uno por el golpe de un trozo de madera en la cabeza y otro con una pierna fracturada. Para completar una escena demencial, mientras Orellano agonizaba tendido en el suelo, le robaron su billetera y el teléfono celular.
La entrega voluntaria de Tapia está sujeta a la estrategia de su abogado defensor, Enrique Pérez Aragón, quien sostiene que su cliente “admite haber hecho disparos al aire, pero en medio de los disturbios quedó aprisionado el gatillo y de manera accidental se produjo un nuevo disparo”. El letrado niega que haya sido Tapia el autor del robo de las pertenencias de la víctima fatal.