Tras el baldazo de agua helada que significó la noticia en el ámbito turístico, Quinto Centenario, la sociedad dueña del inmueble donde se explota el hotel Sheraton Córdoba emitió un comunicado explicando las causas que motivaron el planteo ante el Ministerio de Trabajo de Córdoba.
A continuación, el comunicado de Quinto Centenario SA:
"El actual contexto de pandemia y de restricciones a la circulación y a determinadas actividades hace que resulte prácticamente imposible que el Sheraton Córdoba Hotel vuelva a abrir sus puertas, por lo menos en el formato y la forma que operaba hasta antes de la pandemia.
No se trata de un hotel que dependa del turismo familiar local ni regional, por lo que las recientes novedades de reaperturas no modifican en nada la difícil situación.
El Sheraton Córdoba Hotel tiene la base de su negocio en actividades derivadas del tráfico aéreo (nacional e internacional), de grandes eventos académicos, deportivos, empresariales y sociales; y de shows artísticos y musicales, cuyos renombrados artistas y staff se alojan en el hotel. Todas estas actividades se encuentran gravemente restringidas o prohibidas y sin un horizonte claro de normalización.
Quinto Centenario es una empresa familiar cordobesa que tiene un contrato de gerenciamiento con Sheraton (Marriott) –operador internacional– que fija los estándares y toma las decisiones.
En el marco de la crisis global en que se encuentra la industria hotelera, el operador ha hecho foco en otras plazas, encontrando especial dificultad en la Argentina, principalmente por lo complejo que resulta para ellos entender la lógica argentina, con imposibilidad de despidos, cambios de reglas de juego, decretos y prórrogas, e indemnizaciones agravadas.
Las distintas soluciones que la cadena internacional ha propuesto y ejecutado en otros países no son compatibles con nuestra nuestra legislación, ello se traduce –prácticamente– en que la empresa familiar debe afrontar el conflicto con sus recursos y en virtual soledad, y las previsiones presupuestarias futuras son fuertemente deficitarias e imposibles de solventar.
Desde marzo de 2020 se vienen afrontando el pago de salarios, servicios e impuestos, sin ninguna previsibilidad ni ingresos, contando sólo con el apoyo estatal del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Sin embargo, el problema no es sólo coyuntural, sino que el contexto global y la incorporación definitiva de las herramientas tecnológicas en el trabajo remoto, complican las posibilidades de que, tanto el hotel como su centro de convenciones y eventos, continúen funcionando adecuadamente en el mediano e incluso largo plazo"
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