A 18 años del crimen de Nora Dalmasso en Río Cuarto, el fiscal Jávega informó este lunes 23 de diciembre un dato que podría cambiar toda la investigación.
Se encontraron huellas genéticas de una persona que admitió haber pasado por la casa, en el cinto de la bata con la que ahorcaron a la víctima.
Se trata de Roberto Bárzola, un parquetista que trabajaba en la casa de los Dalmasso al momento del crimen. Tenía 27 años, hoy tiene 45.
En conferencia de prensa, el fiscal explicó que el cinto tenía sus pruebas genéticas en múltiples muestras: “En ocho huellas”, específicamente.
Además, precisó que en el momento del juicio no se había cotejado el ADN de Bárzola pese a que la defensa de Marcelo Macarrón lo había solicitado. El resultado se obtuvo recién el viernes pasado.
Por el tiempo transcurrido, sólo si Bárzola tuviera algún otro antecedente podría evitarse la prescripción de la acción penal y que el caso quede impune.
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