El juez Ochoa señala que, si bien en autos quedo probado que Boiero habría presentado un pedido ante AFIP por el régimen conocido como “blanqueo de capitales” para Dorotea Sosa, madre de Claudio Lorenzo Torres, “no se pudo corroborar que haya sido efectivamente el contador de Torres”. No halló ninguna documentación que acredite tal hipótesis.
Con respecto a Andarnello, la investigación pudo deteminar que fue contadora de Andrés Rivarola y Mariano Rivarola, circunstancia reconocida por los interesados. Pero no encontraron ningún elemento que permita sostener que ella conocía las supuestas actividades ilícitas de sus clientes. La contadora mencionada declaró haberse ocupado sólo en la liquidación de impuestos de comercios lícitos que tenían los nombrados, tales como la rotisería “El pollo Loco” y un lavadero de autos.
“Los niveles mensuales de venta del negocio no resultaban anormales o exorbitantes. Es decir, no se presentaba una situación de sobrefacturación por encima de los parámetros comunes de la actividad”, declaró la mujer en relación a la venta de pollos (luego puesta a nombre de una hija de Rivarola).
“Si bien los indicios que se presentaron en una etapa primigenia del sumario determinaron la imputación efectuada, e incluso una orden de allanamiento para el estudio contable de Andarnello, los resultados obtenidos no permitieron vincular materialmente a la imputada con los hechos ilícitos investigados”, afirmó Ochoa.
Con todo, se concluyó que la Justicia no encontró elementos de cargo de entidad que permiten vincular a los contadores Boiero y Andarnello con las maniobras investigadas.
Fuente: Denise Audrito – La Voz del Interior.
Foto: La Voz del Interior.
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