Pedro Murúa tenía 38 años cuando se le perdió el rastro. Conducía una moto e iba camino a recoger a su hija de la escuela Obispo Salguero. En la travesía debía cruzar varias tranqueras, en una de las cuales fue interceptado por Sergio Pérez, quién le asestó desde atrás un machetazo en la cabeza dándole muerte.
Desde entonces, la justicia realizó sin éxito innumerables procedimientos para arrojar luz sobre lo sucedido; finalmente, la Fiscal Paula Kelm, luego de rastrillajes y el aporte de testigos, siete años más tarde logró descifrar el misterio y detener a Pérez como el presunto asesino de Murúa.
Según el recorrido verificado por la Cámara del Crimen de Cruz del Eje, el 2 de octubre del 2012 cerca de las 4 y media de la tarde, Murúa salió de su casa para buscar a su hija. En una de las tranqueras que debía cruzar rumbo a su destino, la víctima se encontró con Pérez, de apodo “Cabeza”, quien había llegado procedente del campo El Tasti donde era encargado, montado en una mula y provisto de un machete.
La justicia dio por probado que Sergio Pérez asestó con esa herramienta un golpe mortal a Pedro Murúa provocándole una herida de 10 cm. Solo para escapar a las consecuencias, Murúa tomó la moto del agredido y la alejó unas 4 cuadras, al interior del campo Mula Muerta.
Luego llevó el cuerpo hacia el campo donde residía. Se presume que en las horas siguientes, lo volvió a mover en varias oportunidades hasta que se deshizo de él.
Fuente y foto: El Diario de Carlos Paz.
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