Córdoba

Otro femicidio, en la escabrosa trama del crimen con el cadáver incinerado en Córdoba

En la foto de portada, se puede observar el momento en que uno de los detenidos y sindicado como el autor del femicidio, saca a su víctima sin vida en el interior de un baúl, antes de incinerarla en un descampado de Villa Martínez.
Por Telefe Córdoba

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Córdoba: Otro femicidio, en la escabrosa trama del crimen con el cadáver incinerado en Córdoba

Aunque se presumía que la víctima era una niña, resultó ser una mujer de 42 años y menuda contextura física.  Beatríz Bustos fue asesinada en su departamento de barrio Alberdi por un hombre que introdujo el cuerpo en un baúl, buscó un conocido para llevarlo hasta un descampado en Villa Martínez y allí le prendió fuego.

“Me dijo que era un perro muerto”, se defendió el acusado por encubrir el crimen de Beatriz Karina Bustos, al acompañar al femicida hasta un terreno baldío para prender fuego a un baúl de madera que, en realidad, alojaba el cuerpo sin vida de Beatriz.

Casi en simultáneo, había sido detenido el principal responsable del crimen, Fernando Coronel (42 años), quien mantenía una relación sentimental con Beatriz y confesó ante los policías que lo capturaron que en la noche del domingo pasado, en el departamento de la víctima ubicado en 27 de Abril y Artigas “tuvo una discusión que se le fue de las manos”.

En este descampado de Villa Martínez, fue hallado el cadaver de la mujer calcinada

Precisamente con las manos terminó con la vida de Beatriz: la estranguló hasta asfixiarla y luego organizó un operativo macabro para deshacerse del cadáver. Al día siguiente compró un mueble de madera similar a un baúl donde escondió el cadáver y aguardó que comenzara a caer el sol para trasladar el cuerpo hasta el descampado de Villa Martínez donde habitualmente los carreros tiran escombros, basura y restos de poda.

Aunque utilizó una salida alternativa del edificio que no tiene un vigilador apostado, la escena de Coronel ataviado con un barbijo sacando el baúl cerca de las 19 horas del lunes quedó registrada en una cámara de seguridad y se convirtió en una de las pruebas con que cuenta la investigación.

Pero antes de llegar al descampado ubicado en la esquina de Aviador Valenti y Sargento Gómez, compró dos bidones con nafta y luego se detuvo en la casa de un conocido –que sería un proveedor de drogas de quien Coronel era cliente- y le pidió que lo acompañe hasta el basural “para quemar un perro muerto que llevaba en el baúl”.

En la mañana del martes, un grupo de servidores urbanos que iba a desmalezar el basural se encontró con los restos de Beatriz y el mueble de madera aún humeantes y, con su denuncia, comenzó a desenredarse la trama de otro femicidio.