Los salones de fiestas y los boliches de Córdoba tienen el permiso para abrir como un local gastronómico pero, a partir de las 23:30 hs, algunos decidieron, por cuenta propia, abrir las puertas para que los mismos funcionen tal como lo hacían en su antiguo formato.
Superan la capacidad permitida, se retiran las mesas del interior y se permite bailar sin barbijo alguno. Incluso se cobran entradas que van desde los $500 y a fuera se puede observar largas filas para ingresar.
Dentro del mismo no se permiten tomar fotografías o filmar videos funcionando como una especie de "código" para evitar que las imágenes se viralicen y se prohíba dicho entretenimiento.
Desde la Municipalidad, admiten tener mucho trabajo nocturno, debido a que reciben las denuncias por el llamado de un vecino, acuden al lugar para cerrarlo pero los jóvenes ya tienen todo preparado para seguir la fiesta en una casa particular.
Julio Suárez de Espectáculos Públicos, dice que muchas veces han sacado a la misma persona de lugares distintos en cuestión de horas. Admite que se hace muy difícil poder controlar todas las fiestas ya que tienen todo planificado.
Suárez dijo que en este último fin de semana han clausurado "cuatro discotecas, dos salones de fiestas y han desarticulado quince fiestas clandestinas que aparecen luego de las 3 de la mañana".
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