Catalina Gutiérrez antes de ser asesinada por Néstor Soto el 17 de julio de este año, estaba cursando el cuarto año de la carrera de Arquitectura y acababa de entrar en el receso de invierno, en cuanto regresaran las clases debía entregar una maqueta junto a sus compañeras pero eso no se cumplió.
El regreso a clases de Catalina nunca ocurrió pero sus compañeras debían seguir pese al dolor de haber perdido a una amiga.
Este jueves, casi al final del semestre, llegó el momento de presentar la maqueta que habían empezado con la víctima de Soto y la honraron invitando a sus padres a participar de la exposición.
La entrega era el trabajo final de la materia Arquitectura 4, según precisó Marcelo Gutiérrez, el papá de Catalina. Se trataba de un centro de Interpretación de Inteligencia Artificial, en la esquina de Humberto 1° y Tucumán de Córdoba, que les daba la aprobación total de una de las cátedras principales de la carrera.
“Es la materia de más dificultad y complejidad y Cata estuvo en el proceso con ellas hasta hace tres meses”, comentó Gutiérrez, que también es arquitecto egresado de la UNC, en referencia a la fecha del asesinato de su hija.
Las estudiantes aprobaron con 9 y el nombre de Catalina Gutiérrez está en el proyecto. “Esta maqueta tiene sus ideas, su aporte y su trabajo plasmados”, expresó emocionado y contó que las amigas quisieron regalárselas a él y a su esposa Eleonora Vollenweider.
La entrega no contempla solo la maqueta, sino también una lámina con datos que lleva las fotos de las integrantes del grupo. Junto a la imagen de la joven asesinada agregaron un lazo violeta como señal de lucha contra la violencia de género.
“Fue muy emotivo, obviamente lloraban todos porque todavía no pueden creer que Catalina no está con nosotros”, lamentó el papá y aseguró que la pasión por la música de su hija estaba reflejada en la maqueta: “Había propuesto un escenario con un auditorio”.
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