La situación económica en los barrios humildes, un escenario complicado

El Padre Mariano Oberlin nos cuenta el caso particular de barrio Müller dónde si bien lo principal es la falta de alimentos, como en muchos sectores, también es importante destacar que esta situación ha hecho saltar a la vista otros problemas más profundos.

La situación habitacional:
El hacinamiento es uno de los tantos problemas que llevará tiempo resolver pero que sin duda no es un tema nuevo, aunque durante la pandemia con sus estrictos protocolos de distanciamiento y la prolongada duración de la cuarentena vuelve a resurgir como un verdadero problema. “Es insostenible e indigno que familias enteras con más de 10 personas vivan en una casa muy pequeña y puedan sobrellevar esta situación”, aseveraba Mariano Oberlin.

La situación comunicacional:
Si bien hace un tiempo esto parecía un tema superfluo, porque había otras cuestiones que resolver con mayor urgencia, hoy hacen la brecha más grande que nunca.

La imposibilidad de acceso a las redes de comunicación genera que los chicos no puedan seguir las clases y están prácticamente perdiendo el año, no tienen conexión a Internet o no tienen equipos para poder conectarse.

Si ya parece mucho asistir al cole en esas condiciones de dificultad, durante el aislamiento son mucho más difíciles.

“Si bien no tiene la urgencia del hambre, sin acceso a la comunicación los chicos en nuestro barrio van a ir quedando cada vez más relegados socialmente”.

La situación laboral:
No sólo el miedo al contagio paraliza a las personas a la hora de salir a trabajar desprotegidos, sino que “las changas” como los vendedores ambulantes o el trabajo en la construcción no se pueden hacer a través del “tele-trabajo”, y aunque el gobierno ha respondido a eso en una parte, sigue sin ser suficiente para muchas familias vivir de las ayudas que otorga le gobierno, necesitan salir a trabajar.

Según Mariano Oberlin, la situación “post-pandemia” puede generar dos situaciones: profundizar más en la desesperación y la pobreza o en el mejor de los casos, frente a las medidas extremas hayan quedado en descubierto las grandes necesidades que sufre la población y la gente tome conocimiento y comience a ser más cociente de que tenemos que ser más solidarios con el otro.

“La gente que más necesita suele empatizar más con la necesidad de otros” reflexionaba el Padre Oberlin.