El acto de furia que tuvo como protagonista a un médico del hospital Misericordia y que terminó con el auto de una enfermera destruido a piedrazos tuvo intervención de la Justicia provincial.
La fiscal al mando es Celeste Blasco e imputó al profesional por daños y estableció una orden de restricción de acercamiento hacía su compañera de trabajo.
El conflicto comenzó el sábado por la mañana, cuándo el médico, al finalizar su guardia, vio que en el estacionamiento del centro médico, el lugar donde estaba su auto, estaba estacionado el auto de una de las enfermeras.
En vez de llamar a su colega, quién había dejado su número de teléfono y avisado a la mesa de entrada que en caso de ser necesario estaba a disposición para mover el auto.
Antes de avisar, el médico enloqueció y decidió lanzar una piedra de gran tamaño contra los cristales de la puerta del lado del conductor del vehículo.
El auto, que sufrió daños considerables en el parabrisas, el espejo retrovisor y las ventanas, fue trasladado a su domicilio, aunque la enfermera aseguró que no lo volverá a utilizar para trasladarse al hospital. “No puedo creer que alguien reaccione así en un lugar donde todos trabajamos y nos conocemos. Solo espero que se haga justicia”, expresó.
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