Como sucedió en todas las actividades educativas y terapéuticas, durante la pandemia fueron cerradas para evitar contagios. Muchas de ellas volvieron paulatinamente hace tiempo. Pero en este caso, el Cottolengo Don Orione, confirmó el retorno de sus actividades.
De este modo, vuelven las tareas de taller, la asistencia al centro de día tanto de residentes como de externos, las visitas familiares y la hogarización permanente.
Tal como se indica en el sitio web de la institución: "El Pequeño Cottolengo Don Orione es una obra destinada a la atención integral de personas con discapacidad". Alberga a "personas con discapacidades múltiples, físicas y mentales, su abordaje terapéutico y educativo es complejo, debiendo realizarse a través de equipos interdisciplinares, donde la tarea de cada uno (religiosos, profesionales, asistentes, voluntarios) se pone en común para un mejor servicio del residente y, en lo posible, de su familia, cuando ésta existe".
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