Los inquilinos de la vivienda ubicada sobre el bar derrumbado en Güemes, que fue la primera en recibir el impacto del desprendimiento de ladrillos del edificio colindante, atraviesan una situación crítica.
En las últimas horas, fueron notificados de que ya no recibirán asistencia y, desde entonces, buscan desesperadamente un nuevo lugar donde vivir.
Los damnificados viven justo encima del local y no pudieron volver a ingresar a su hogar desde el sábado, cuando ocurrió la tragedia.
Con la ayuda de amigos y familiares, se alojan provisoriamente en distintas casas, pero no pueden ingresar a la propiedad afectada a buscar sus pertenencias ya que es inhabitable.
Mientras buscan un hogar para vivir, su abogado aseguró que están en estado de “shock”, y que siguen esperando una solución que les permita empezar a reconstruir sus vidas.
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