Gonzalo vive hace 9 años en la capital Israelí, es rabino y periodista. "Esto fue una masacre, es casi imposible no conocer a alguien que no esté secuestrado, o que no haya sido asesinado, no sabemos cuánto va a durar esto y cuánto más infierno tendremos que vivir", expresó.
“El sábado a las 8.15 sonó la sirena cuando estaba en la sinagoga y mi mujer y mis hijas estaban en la casa sin saber qué hacer”, recordó Gonzalo.
Sobre cómo le explican a las niñas el conflicto indicó: “A nuestra hija más grande le dijimos que hay personas malas que nos quieren molestar, que nos tiran aviones que si nos pegan nos pueden doler mucho, pero nuestros soldados nos están defendiendo; y que cuando suena la sirena hay que ir al refugio y luego volver a casa”.
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