La tarde del violento crimen la víctima fatal y sus amigos fueron a ver el encuentro donde su barrio, Ampliación Vicor, disputaba de visitante un partido bravo. El juego se “picó” a los pocos minutos, pierna fuerte y gestos hostiles.
Pero la tragedia sobrevino luego de un saque lateral, cuando la hinchada del local ingresó al campo de juego para agredir a los jugadores de Vicor. Cuando Santiago quiso escapar de la violencia que crecía, un golpe seco lo detuvo: el balazo en la cabeza lo mató en el acto. Su agresor no se detuvo ahí, le robó el celular cuando yacía muerto en el suelo.
Ante jurados populares, responden en juicio Franco Tapia de 26 años, acusado de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y hurto calamitoso”. El otro acusado es Ramón Rodriguez de 35 años, quien llega imputado por “tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Rodríguez intentó asesinar a un amigo de Orellano, gatillando el arma sin suerte tres veces.
“Queremos que esos asesinos cumplan la condena y que les den perpetua. Y que cumplan las penas, no que anden un tiempito presos y luego salgan libres por haber hecho algún cursito de algo. Las condenas son para ser cumplidas, deben ser de cumplimiento efectivo. Las leyes deben ser cambiadas y ser cumplidas”, protestaba ante La Voz, Marina Chávez, la madre de Santiago.
“No es el sistema policial el que está mal, sino el sistema judicial, porque las leyes deben ser cumplidas y no se hacen cumplir. Nuestro hijo tenía futuro y nos dejaron con las manos vacías. Estamos destruidos, quebrados como familia. El dolor que tenemos es tremendo y crece cada día”, añadió.
Foto: Archivo Telefe Noticias Córdoba.
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