Hasta el año pasado, había unos 400 asentamientos y villas en Córdoba registrados en el relevamiento de barrios populares.
La muerte de un adolescente por un incendio en Villa La Tablita, un asentamiento a pocos metros del centro y de la casa de gobierno, volvió a mostrar la cara de la pobreza en la provincia y en el país.
Silvia Quevedo, del movimiento Barrios de Pie, precisó que una de las situaciones más complejas de Argentina es el déficit habitacional y el problema de infraestructura de estos asentamientos.
“Se vive en casas con techo de nailon, piso de tierra y sin agua potable. En muchos barrios no ingresan ambulancias, patrulleros ni el transporte público”, señaló.
Sostuvo que estos aspectos hacen a la calidad de vida de los vecinos. Además, para los integrantes de los asentamientos es mucho más difícil insertarse en la economía formal.
“No es tan sencillo llevar tu CV y decir que vivís en un asentamiento. Por eso, muchos se autoinventaron un trabajo”, agregó.
Explicó que el desafío actual es reconstruir el tejido solidario y de la amistad, para poder generar un espacio o barrios con paz, pan, tierra, techo y trabajo.
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