Más que en un salvavidas, el Ingreso Familiar de Emergencia se ha convertido en un bote para una buena parte de la sociedad. Mucho más cuando ANSES modificó algunos términos que permitieron que varios integrantes de una misma familia puedan percibirlo. Para Belén Palacios ha significado un impulso no solo para tratar de mejorar su situación económica actual, sino también para proyectar a futuro.
“Lo invertí en un kiosco. Chiquito, pero funciona. No me daba el capital para ponerlo. Mi marido también se anotó, lo cobró y lo invertimos en el kiosco. Fue bastante buena: nos genera más ingresos de los que tenemos”, comenzó diciendo Belén en Buen Santa Fe.
La joven, oriunda de Reconquista que vive con su marido y sus tres hijos, contó cómo surgió la idea. “Lo decidimos cuando el gobierno decidió que iba a dar esta ayuda”. Y agregó: “vivíamos de delivery y ventas de milanesas”, algo que todavía mantiene a la par de la atención en el kiosco.
Finalmente describió cómo impactó esto en su círculo y la proyección que tiene a futuro. “Gracias a dios lo tomaron bien. Me ayudan porque saben que los ingresos son para una casita. No es mía, era de mi suegra que falleció hace dos años y entonces hay problemas, entonces tenemos que buscar dónde ir”.
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