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Por la gran cantidad de crímenes en Rosario, piden más personal para las autopsias
Matías Sebastían Bertón fue la víctima n° 41 que pasó por la mesa de autopsia de la morgue del Instituto Médico Legal de Rosario. Los médicos estuvieron más de dos horas y media analizando los 40 orificios de bala que tenía en su cuerpo. Los forenses de la institución están preocupados no sólo porque son apenas once médicos trabajando y no llegan a basto con la cantidad de trabajo sino porque además la ola de muertes en lo que va del año demuestra un claro aumento de la violencia debido a la disputa narco.
Alicia Cadiermo, directora del Instituto Médico ubicado sobre la calle 3 de Febrero no quiere hablar de "colapso", según publica el portal tn.com.ar, pero sí pide a las autoridades rosarinas que "como medida de prevención, deberían ir pensando en contar con más recursos".
Con 30 años a cargo de la entidad, Cadiermo señala: "Antes, los muertos por herida de arma de fuego eran algo excepcional. Teníamos tasas europeas. A partir de 2008 y 2009 fue el quiebre. Desde ese momento hemos notado periodos temporales en los que las balaceras se detienen, pero luego se suceden una tras otra en un corto tiempo".
La forense advierte que, aunque no están desbordados, el trabajo "va en incremento", a causa de la cantidad de autopsias que deben realizar y porque, en el caso de los acribillados, la tarea es más compleja: "Hay que señalar los orificios de entrada y salida, la correspondencia con un calibre, determinar la trayectoria, realizar el examen interno, verificar si hay algún proyectil en el organismo. Si se tiene la bala, es posible identificar el arma".
"Es triste, pero de otros países piden venir a conocer el trabajo que hacemos y hacer experiencias debido al gran número de casos que tenemos", dice la médica que coincide en que el interés que despierta en el exterior el organismo forense es similar a lo que ocurre en otros ubicados en las ciudades más sangrientos de México.
"Cada vez que se suceden este tipo de crímenes, da la impresión que se trata de ajuste de cuentas vinculadas al narcotráfico. Hoy vemos un nivel de violencia y un desprecio por la vida sin precedentes", cierra la especialista.