Portada  |  21 julio 2022

Estudiantes argentinos distinguidos para el Global Student Prize

Axel Córdoba y Nicolás Monzón fueron elegidos entre casi 7 mil nominados y postulados de 150 países.

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Dos estudiantes argentinos de 25 años fueron seleccionados entre los 50 finalistas de un premio internacional que la Fundación Chegg.org concede a un alumno excepcional que haya tenido un impacto real en su aprendizaje y su entorno.

En la segunda edición del premio, Axel Córdoba y Nicolás Monzón fueron elegidos entre casi 7 mil nominados y postulados de 150 países.

Córdoba estudia Ciencias Geológicas en la Universidad Nacional del Comahue en Rio Negro (UNCOMA) en tanto que Monzón es estudiante de Matemática en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y alumno de Ingeniería en Informática en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), donde obtuvo una beca.

Ambos son ahora finalistas del premio que entrega la Fundacion Varkey en alianza con Chegg.org, una distinción anual que reconoce con 100 mil dólares estudiantes excepcionales.

De Latinoamérica y el Caribe, hay alumnos finalistas de Colombia, México, Paraguay, Venezuela, Brasil, Ecuador, Jamaica y República Dominicana, además de Argentina.

Axel Córdoba sabía que quería ser científico desde la escuela primaria, en Tucumán. Ya en su adolescencia, en el pueblo rionegrino de González Oro, dejaba volar su imaginación con experimentos que hacía en el fondo de su casa con potes de perfume, rocas e imanes. Al momento de decidir su vocación se inclinó por la Geología y se inscribió en la UNCOMA, donde estudia y tiene un rol muy activo. Su interés lo llevó a participar en ferias de ciencias, parlamentos juveniles y competencias en otras provincias e incluso a nivel internacional. Ya tiene publicados artículos de investigación y accedió a becas del MIT, del Instituto Balseiro, Pan American Energy y del Consejo Interuniversitario Nacional. Además, participó del desarrollo de una nueva tabla periódica y de sistemas de modelamiento topográfico, e integra desde 2020 un equipo de investigación sobre tecnologías de realidad virtual y aumentada.

En paralelo, lleva adelante proyectos que buscan tener impacto social, ambiental y, sobre todo, educativo. “Trabajo para que los niños y niñas de la comunidad tengan acceso a una educación integral en ciencias, y también para que puedan despertar esa creatividad que los lleve a crear las plataformas del futuro, a tener las ideas del mañana”, expresa Axel.

Con ese objetivo, creó los proyectos Hydroplus y Ciencia Cristalina. Hydroplus es el desarrollo de un polvo granular capaz de convertir el agua líquida en un sólido e incorporar nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas. Ciencia Cristalina es una estrategia para que los estudiantes hagan experimentos para aprender cómo se cristalizan distintos elementos que encuentran en su vida cotidiana, como el azúcar.

Nicolás Monzón es un apasionado por las matemáticas desde chico, cuando quedó cautivado por un libro sobre la materia que le regaló su abuela a los 9 años. Él cree que esa lectura fue decisiva para avanzar en el secundario -cuando por razones laborales no podía estudiar- y desarrollar el cálculo mental. Tuvo la oportunidad de dar un curso de reparación de computadoras y diseño y con la ayuda de un profesor, convenció a sus padres de que lo dejaran estudiar en la universidad. Ese mismo profesor lo presentó al grupo Jóvenes en Acción (JEA) y ahí lo animaron a solicitar una beca en la UADE con la que comenzó Ingeniería en Informática. Dos años después se desafió a sumar otra carrera que ansiaba cursar: Matemáticas en la UBA. Al año, junto a compañeros de la facultad creó una startup de tecnología que hoy lidera. Nicolás motivó también a sus amigos del barrio donde creció para que estudien y crezcan como personas, y persuadió a profesores universitarios para que adapten temas y sean más comprensibles. Hoy está en la fase final de sus estudios para convertirse en ingeniero informático.

“En Axel y Nicolás vemos a dos jóvenes que gracias al esfuerzo y la educación vencieron todo tipo de barreras. Sus vidas, marcadas por la perseverancia y la esperanza, son ejemplos concretos de que es posible transformar nuestro país y el mundo. Hoy los aplaudimos a ellos en nombre de todos los estudiantes que se la juegan por la sociedad”, resaltó Agustín Porres, director regional de Fundación Varkey.

En agosto, la lista de 50 finalistas se reducirá a 10. Esos diez jóvenes participarán de la ceremonia de entrega del premio que en principio se llevará a cabo en septiembre.

Estudiantes que traen esperanza

El concurso apunta a todos los estudiantes que tengan al menos 16 años y estén inscriptos en una institución académica o en un programa de formación y capacitación. También está dirigido a aquellos estudiantes a tiempo parcial y los que hacen cursos en línea. El jurado buscó jóvenes que hayan tenido un impacto real en sus compañeros o en su comunidad.

Por su parte, Dan Rosensweig, CEO de Chegg, asegura que "desde su lanzamiento el año pasado, el Global Student Prize ha dado a estudiantes increíbles de todo el mundo la oportunidad de compartir sus historias, conectarse entre sí y llegar a personas influyentes en la educación y más allá. Ahora, más que nunca, estudiantes como Axel y Nicolás merecen que se cuenten sus historias y que se escuchen sus voces”.

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