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El particular método de Rubén Sosa, "el pediatra de los sueños"
El doctor Sosa es el jefe del CEM 2 del Hospital Pedro de Elizalde, al que entró como médico en 1982 a poco de recibido para trabajar como pediatra e infectólogo y desarrollar con los años otro sueño nacido de su interpretación de la medicina: que su sala sea un lugar casi mágico para los niños, llenando de color y vida su espacio para que los niños se olviden, al menos por un rato, de sus enfermedades.
Fue así que decidió pintar los pasillos del CEM 2 de celeste con dibujos de mariposas y barriletes. Tras obtener el permiso de las autoridades del hospital para llevar adelante la iniciativa, también dotó a las doce habitaciones de la sala con juegos y frases en los techos, a los que denominó cielos, y que de acuerdo a su orientación temática son el de la poesía, el de la superación, el de las plantas, el de los derechos del niños y el de El Principito, por citar algunos.
El doctor Sosa sabe del dolor ante la pérdida de un hijo, él mismo atravesó ese infierno con su pequeña Laurita quien a los 2 años murió en un accidente. Los ojos de la pequeña están presentes en un mural de una de la salas y asegura que siente que siempre lo está mirando.
Sus poco convencionales métodos para tratar a los pequeños incluyen hasta un disfraz de Batman. Nada queda fuera de sus posibilidades a la hora de llevar algo de calma y alegría para que sus pacientes logren mejorar. Por eso una de sus mejores prácticas ya se convirtieron en un método.
Con la ilusión de ver a sus pacientes en una situación que no estuviera relacionada con la enfermedad y el dolor, imaginó una forma original y divertida de promocionar la salud: las barrileteadas, donde se reúne con los chicos y sus familias a compartir un espacio de juego.