Portada  |  11 octubre 2019

Cómo detectar un ACV: los cinco síntomas más frecuentes

El médico neuropsiquiatra Pablo Bolognesi indicó cuáles son los síntomas a los que hay que estar atentos. El tiempo es fundamental, si vemos que alguien puede llegar a tener un ACV hay que trasladarlo rápidamente a un centro de alta complejidad.

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El Accidente Cerebro Vascular no distingue ni sexo ni edad. Es la primera causa de discapacidad en el mundo y la segunda de muerte.

El médico neuropsiquiatra Pablo Bolognesi señaló cuáles son los cinco síntomas del ACV a los que se debe estar atentos y ante la aparición de alguno de ellos acudir rápidamente a un centro de alta complejidad. El tiempo es la clave en estos episodios.

“Un Accidente Cerebro Vascular es un cuadro neurológico grave y que ocurre cuando se irrumpe bruscamente el flujo sanguíneo hacia un sector del cerebro porque una arteria se tapa o se rompe. El más frecuente es el ACV isquémico, cuando se tapa una arteria”, explicó. Además el ACV es de aparición repentina no es una molestia que tenemos desde hace un tiempo.

Los cinco síntomas más frecuentes:

  • Pérdida de fuerza, movilidad o sensibilidad de alguna parte del cuerpo o directamente medio cuerpo. La persona no puede caminar, se le caen las cosas.
  • Pérdida súbita de la capacidad de hablar o para comprender el lenguaje. Es como si te hablaran en chino.
  • Pérdida súbita de la visión de un ojo, puede ser de ambos pero habitualmente es de uno. La sensación es como si se te cayera un telón.
  • Pérdida de la capacidad de caminar o del equilibrio o de coordinación. La persona se empieza a lateralizar.
  • Quinto síntoma: aparición súbita de un dolor de cabeza muy intenso, lo más fuerte que haya sentido en la vida. Como si te dieran un mazazo en la cabeza y eso está asociado a la hemorragia.

El tiempo es clave. Hay que concurrir a un servicio médico de alta complejidad. El tiempo es igual a neuronas vivas si actuamos a tiempo o a neuronas muertas si no actuamos. En 20 a 30 segundos comienzan a perderse las neuronas. Tenemos cien mil millones pero en un minuto se pierden dos millones. Hay que concurrir a un centro de alta complejidad por más que tengamos más cerca un consultorio o una salita. Hay que ir al centro de alta complejidad porque hay que actuar y en un consultorio no hay recursos”, indicó.

“Hay que consultar aunque los síntomas hayan desaparecido. Ejemplo no puede hablar y después vuelve a hablar hay que concurrir igual”, agregó.

Por último, señaló que “la población que tienen patologías cardiovasculares tienen más riesgo. Hay que cuidar las arterias”.

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