Cada parte del cuerpo te comienza a agradecer. La mente se refresca, los pulmones se limpian con cada inhalación profunda de monte, hasta terminar de exhalar la última partícula de monóxido de carbono, las piernas se sienten fuertes y listas para caminatas exploratorias, los oídos experimentan un descanso digno, los ojos se maravillan por no estar viviendo a través de la pantalla del celular.
Hoy hago una receta en honor a todo este milagro, por ende, tendrá que ser una receta que respete la vida. Una receta sin ningún producto en el cual haya participado algún animal en alguna parte del proceso. Con este plato vamos a dejarlos a todos libres, aunque la realidad sea muy distinta, vamos a sentir algo de auténtica paz, e intentar expandirla, que el mundo la necesita.
Este programa es posible gracias a @agencia.zher 💬
Comentarios