Las varices son venas abultadas y retorcidas que suelen aparecer mayormente en las piernas. Es una afección causada por la insuficiencia venosa crónica, que consiste en que las venas no pueden ayudar a que la sangre vuelva a fluir hacia el corazón de forma eficiente. Desde siempre los flebólogos y linfólogos han tratado las várices de múltiples maneras, pero en la actualidad se plantea un importante debate respecto a su tratamiento: ¿Es la operación de várices la mejor solución? Es la pregunta que el Dr. Alejandro Pedrazzoli, Presidente de la Sociedad Argentina de Flebología y Linfología y Director del @centropedrazzoli/ responde en este episodio de #Saluden3Minutos.
La intervención quirúrgica como tratamiento y solución para las várices no siempre es la mejor opción. Las várices son una enfermedad crónica, esto quiere decir que no existe una cura que erradique por completo la enfermedad. La persona que sufre de várices, va a convivir con esta enfermedad porque son consecuencia de una predisposición genética y contra ese factor no hay nada médico a realizar. Entonces, someter al paciente a una intervención quirúrgica con todos los riesgos que ello implica para que luego vuelvan a aparecer es totalmente innecesario.
En su lugar, el mejor tratamiento que puede existir es el llamado Escleroterapia. Es un tratamiento dinámico, que puede repetirse tantas veces haga falta y que no es para nada invasivo. Consiste en la aplicación de distintas soluciones farmacológicas en el interior de un vaso dañado o varicoso, se origina una reacción química inflamatoria que conduce al cierre y cicatrización interna del mismo, con la posterior desaparición del vaso sanguíneo.
Este nuevo tratamiento utiliza un equipo emisor de ultrasonidos, conocido también como ecoddopler color, para hacer visibles en un monitor y en tiempo real várices no visibles localizadas a mayor profundidad. Por medio de las imágenes en el monitor se logra guiar la inyección de esclerosantes, lo que hace posible el tratamiento con inyecciones esclerosantes de várices más profundas y de mayor calibre que antes eran invisibles para el Flebólogo.
Las imágenes en el monitor hacen que el especialista pueda guiar la aguja hacia la vena o várice. Estas sustancias, una vez dentro de la vena, provocan el cierre de la misma, su endurecimiento y su reemplazo por un cordón de tejido fibroso que con el tiempo es absorbido por el organismo. Es así como este nuevo tratamiento permite llegar a los orígenes de la enfermedad varicosa.
Algunos de los beneficios que otorga este tratamiento, es que se necesitan menos sesiones de tratamiento para eliminar las várices, ya que en determinados casos eliminando una várice profunda, se produce la desaparición de otras várices y arañitas más superficiales, que la várice eliminada originaba. Es un tratamiento rápido, menos invasivo y menos costoso que una cirugía, no se utiliza anestesia, no duele, no deja cicatriz y los resultados tienden a ser más duraderos ya que muchas veces se consigue eliminar el problema desde su origen
Para saber más sobre este debate, no dejes de ver este episodio de “Salud en 3 Minutos” donde el Especialista y Presidente de la Sociedad Argentina de Flebología y Linfología Dr. Alejandro Pedrazzoli, Director del @centropedrazzoli/ nos da su posición y explica por qué no es conveniente la intervención quirúrgica como tratamiento de las várices.
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