En una inesperada postal, Martin Palermo acompañó al presidente Javier Milei y a su hermana Karina en el balcón de la Casa Rosada, saludando a quienes transitaban por la Plaza de Mayo.
La imagen no pasó desapercibida, marcando un acercamiento público entre dos figuras icónicas: el máximo goleador de Boca y el líder de La Libertad Avanza (LLA).
Aunque la visita del "Titán" podría interpretarse como un simple gesto institucional, se inscribe en un contexto político que combina alianzas inciertas y tensiones laterales con figuras del PRO, particularmente con Mauricio Macri.
Palermo, actual técnico de Olimpia de Paraguay y recientemente consagrado campeón con ese equipo, se encuentra de vacaciones en Argentina y su presencia junto a Milei refuerza una conexión que el Presidente no ocultó.
"Los mejores momentos que pasé en la cancha de Boca fueron con Palermo", había declarado en diciembre de 2023 el Presidente de la Nación.
Paradójicamente, Palermo fue el candidato a director técnico de Boca impulsado por Macri y Andrés Ibarra en las últimas elecciones del club en el caso de asumir, un movimiento que buscaba contrarrestar la influencia de Juan Román Riquelme, pero que terminó en derrota para el expresidente.
Este episodio se da en un momento clave para las relaciones entre LLA y el PRO, quienes cierran un 2024 con tensiones respecto a una posible alianza para las elecciones intermedias de 2025.
Milei dejó en claro su postura: "O vamos juntos en todo o vamos separados. Trampas al electorado, no".
Por su parte, Macri respondió con un llamado a la transparencia y la unidad en defensa de la República, evidenciando las complejidades de una relación que oscila entre la colaboración y la competencia.
La presencia de Palermo en la Casa Rosada puede leerse como un guiño de Milei a las bases del PRO, un intento de seducir a los sectores ligados al macrismo y al universo "Xeneize".
Sin embargo, también podría interpretarse como un mensaje de autonomía: una muestra de que el Presidente tiene la capacidad de convocar figuras de peso por cuenta propia, mientras tanto, los ecos de esta jornada se proyectan hacía un 2025 que promete ser decisivo, no solo para la política argentina, sino también para las aspiraciones electorales de Macri en Boca en los próximos años.
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