En las laderas orientales de las Sierras Grandes nacen los ríos De La Suela y San José. Cada uno se abre paso en un camino rocoso y va descendiendo por las sierras en un avance solitario.
Cuando se encuentran, sus aguas se mixturan para formar el río Anisacate. Así continúa su incesante camino por las sierras. Atraviesa un puñado de pequeños poblados y pronto irá tranquilizando su paso.
Cuando ya termina de sortear las ondulaciones de las Sierras Chicas, tierra y agua forman las Barrancas del Anisacate…un escenario natural que sorprende.
Los cerros ceden espacio a los llanos y el río que nació brioso en las alturas deja que sus aguas fluyan serenas. Y llega el lugar y el momento mágico en que los ríos Anisacate y Los Molinos se unen para formar finalmente el río Xanaes.
Ahora sí el transitar del Xanaes será por las tierras planas de la Córdoba oriental, hasta volverse mar en Ansenuza. Córdoba siempre cautiva con su auténtica naturaleza.
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