Un hombre encontró una calavera en marzo de 2019, se la llevó, le puso unos lentes de sol y la usó como adorno en una casa de Tennessee (Estados Unidos).
Cerca de un año más tarde llegó a conocimiento de las autoridades y la Oficina del Sheriff logró hacerse con el cráneo para realizarle exámenes de ADN.
Los resultados sorprendieron y abrieron nuevos interrogantes: los restos pertenecen a un hombre que desapareció en 2012.
"Se especula y se rumorea que Junior McCann fue posiblemente asesinado por un miembro de su familia que ahora también falleció", indicó el fiscal de distrito Russell Johnson, a cargo de la acusación.
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