El anuncio de la sede para el Mundial de Fútbol 2022 se realizó el 2 de diciembre de 2010, cambiando el rumbo de la historia y generando una enormes expectativa en el país qatarí, ubicado en las costas del Golfo Pérsico y con fronteras terrestres compartidas solamente con Arabia Saudita.
Con casi 3 millones de habitantes, se estima que solo un tercio de ellos son cataríes.
Considerado uno de los países más ricos del mundo, al enterarse de la noticia, rápidamente comenzaron los trabajo para construir la infraestructura necesaria para recibir los visitantes que generan este tipo de eventos deportivos.
Estadios, hoteles, edificios y hasta una nueva línea de metro son algunos de los trabajos que han desarrollado desde 2010 a la fecha.
Modernidad aplicada a la infraestructura
La red de subterráneos construida es considerada la más moderna del planeta. Con 164km de recorrido y 8 estaciones que unen los ocho estadios, se prevé que en 30 días un millón y medio de turistas se desplazaran de estadio a estadio usando este servicio.
Desde el centro de la ciudad hasta los estadios solo hay una distancia de 60km, permitiendo así que los visitantes puedan ver más de un partido por día.
El sistema de transporte público inaugurado en 2019 en su capital, Doha, responde más a la necesidad de recibir mega eventos deportivos con grandes cantidades de espectadores de forma simultanea, más que a la demanda local de sus ciudadanos que en su mayoría se desplazan en auto y moto.
El idioma y la moneda
El idioma principal es el árabe, pero como segunda lengua se destaca el inglés. La moneda oficial es el rial qatarí, su equivalencia con la moneda norteamericana es: 4 riales equivalen a 1 USD.
El clima en Doha:
Las temperaturas en verano pueden alcanzar los 50° centígrados, por lo que se decidió aplazar el evento al mes de noviembre y diciembre. Donde el promedio esta por debajo de estas temperaturas pero que de todas formas se siente como un verano intenso.
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