Shaquille O'Neal (49) siempre ha sido una fuerza de la naturaleza. Pero del mismo modo que le ha sucedido a millones de personas, el 2020 puso a prueba la entereza del cuatro veces campeón de la NBA.
“Mi hermana falleció. Y luego Kobe Bryant falleció también. Y luego otras muchas pérdidas. Fue un año realmente malo y no quería hacer nada. Y cuando eso sucede, pero quieres evitar otro tipo de problemas, hay dos cosas que puede hacer: comer y Netflix”, explica Shaquille O`Neal en la revista Men’s Journal.
Afortunadamente para él, llegó un punto en el que fue consciente de su estado y antes de que concluyera su fatídico año decidió darle un vuelco a la situación después de ver “a un anciano de unos 70 años con músculos por todos lados”.
“Empecé a comer mejor y a tomar mejores decisiones. Mi problema es que siempre he sido un tipo de sándwiches. Sándwich para el almuerzo, sándwich para la cena, sándwich para la merienda. Y cuando todo se me vino encima el año pasado y no podía dormir, me levantaba y me hacía un sándwich a las tres de la mañana, otro a las cinco... Me di cuenta de que no podía seguir así y me dije a mí mismo, ‘quiero quitarme la camisa en Instagram por última vez’”, señala el ex NBA.
“No más pan, no más galletas de chocolate, no más pasteles... nada de eso. Ahora solo como frutas, batidos de proteínas, ensaladas, pescado, pollo, espárragos y otras verduras. Todo en porciones muy pequeñas lo que me ha ayudado a perder unos 10 kilos. Empecé a ver cosas que no había visto en 20 o 30 años, como un six-pack. Y no he tenido uno de esos desde que estuve en los Miami Heat en 2006”, añade.
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