El fútbol argentino despide a una de sus figuras más emblemáticas: Miguel Ángel Russo, quien falleció a los 69 años, dejando un vacío imposible de llenar en Rosario Central y en la memoria de los hinchas.
Con una carrera que trascendió generaciones, Russo mantuvo un vínculo histórico con el Canalla, club al que dirigió en cinco etapas distintas: 1997-1998, 2002-2004, 2009, 2013 y 2022-2024. En total, lideró más de 300 partidos, participando de momentos que quedarán para siempre en la historia del club: desde el ascenso a Primera en 2013, pasando por la salvación en la Promoción de 2009, hasta la consagración en la Copa de la Liga Profesional 2023, que consolidó su lugar en el corazón de los simpatizantes.
“El cariño que le tengo a Rosario Central es eterno. Siempre asumí desafíos difíciles y viví con pasión cada momento”, solía decir Russo, quien dejó una impronta de coraje, compromiso y liderazgo en todas sus etapas al frente del equipo.
En los últimos años, su salud se vio comprometida. Sufrió infecciones y episodios de deshidratación, que lo llevaron a internaciones y a varias ausencias en el club. En agosto de 2024, decidió retirarse de la dirección técnica, recibiendo un homenaje que reconoció su legado y su entrega incondicional.
Más allá de Rosario Central, Russo tuvo una carrera extensa en el fútbol argentino e internacional. Dirigió a Boca Juniors, Estudiantes de La Plata, Vélez Sarsfield, Lanús, Racing Club y San Lorenzo, y también dejó su marca en países como Colombia, Perú, Paraguay y Arabia Saudita.
Su legado trasciende los títulos: ascensos, salvaciones, clásicos inolvidables y la admiración de generaciones de hinchas. En 2013, fue reconocido como deportista distinguido de Rosario, reflejo de su entrega y compromiso con el deporte.
Miguel Ángel Russo deja una huella imborrable en el fútbol argentino y en el alma de Rosario Central: un referente que siempre será recordado por su pasión, su valentía y su amor por la camiseta.
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