La Selección Argentina Sub 20 cerró su participación en el Mundial de Chile con un sabor agridulce: no pudo quedarse con el título, pero dejó una imagen sólida, un grupo con proyección y figuras que ya piden pista para la Mayor. Entre ellas, sobresale el nombre del cordobés Santino Barbi, arquero de Talleres, quien fue premiado con el Guante de Oro como el mejor arquero del torneo.
Argentina cayó 2-0 en la final ante Marruecos, que supo aprovechar sus momentos y fue contundente. A pesar del traspié, el equipo dirigido por Diego Placente mostró identidad, equilibrio y carácter. Fue finalista invicto hasta el último partido, con un bloque defensivo solvente, que recibió solo cuatro goles en seis partidos.
Por su parte, Milton Delgado, mediocampista de gran despliegue y regularidad, obtuvo el Balón de Bronce como tercer mejor jugador del Mundial, siendo una pieza clave en el funcionamiento colectivo.
Estos reconocimientos no son solo trofeos: son señales claras de que el nivel mostrado es competitivo y que varios de estos jugadores están preparados para desafíos mayores. Tal es así que recibieron el respaldo y elogio público del capitán de la selección mayor, Lionel Messi, y del entrenador Lionel Scaloni, que siguen de cerca el proceso formativo juvenil.
Con el subcampeonato mundial sobre la mesa, ahora llega el momento de consolidar lo hecho: que los clubes confíen en ellos, les den rodaje y que la selección mayor los vea como opciones reales. Si eso ocurre, no hay dudas de que muchos de estos pibes brillarán en otros escenarios. Entre las figuras destacadas, Julio Soler también aparece como uno de los nombres que podría ser tenido en cuenta en futuras convocatorias de la Mayor.
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