Andrea, una mujer que había sido beneficiada con un crédito del programa ProCreAr, enfrenta hoy una difícil situación al no pueder avanzar con la construcción de su vivienda debido a recientes modificaciones anunciadas por el gobierno.
A pesar de haber recibido un adelanto cercano a los 3 millones de pesos, que aún debe al banco, Andrea se encuentra imposibilitada de solicitar un nuevo crédito que le permita terminar la obra.
Su situación se agrava porque la casa de sus padres, donde actualmente reside con su hijo, no ofrece las condiciones de confort necesarias, especialmente considerando que su hijo tiene una discapacidad.
Además, ambos padecen diversas enfermedades, lo que hace urgente la necesidad de un hogar adecuado que les brinde seguridad y bienestar.
Andrea busca una solución que le permita continuar con el sueño de su vivienda propia y mejorar la calidad de vida de su familia, mientras espera una respuesta que le permita retomar la construcción paralizada.
“Dejaron a más de 2500 familias sin poder concretar el sueño de la casa propia”, expresó la damnificada.
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