Vecinos y ambientalistas de la zona de la Avenida Padre Luchesse se han unido en una lucha para preservar un Quebracho Blanco que se ha convertido en un símbolo de protección ambiental para la comunidad.
Este ejemplar, con casi 300 años de antigüedad, es considerado por muchos como un ícono de la naturaleza de la región, un testimonio vivo de la historia ambiental local.
A pesar de que los vecinos no se oponen al progreso y al ensanche de la calzada, su principal preocupación radica en el futuro de este árbol. Su deseo es que se construya una rotonda en lugar de modificar el espacio donde se encuentra el Quebracho, con la intención de evitar que se dañe o se elimine. Sin embargo, su pedido ha sido rechazado, y la Municipalidad de Villa Allende, en conjunto con el Gobierno Provincial, ha decidido trasladar el árbol a un nuevo emplazamiento.
El trasplante, previsto para antes de fin de mes, implicará mover el Quebracho Blanco unos 25 metros de su ubicación original.
Las autoridades locales aseguran que, a pesar del esfuerzo, la probabilidad de que el árbol sobreviva a la mudanza es solo del 20%. A pesar de los temores de los vecinos, las autoridades defienden la ampliación de la ruta, argumentando que un "árbol no les puede tapar el bosque" y que el progreso de la infraestructura es crucial para la región.
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