Portada  |  02 junio 2025

Unidos por vocación: historias de vida en el Día del Bombero Voluntario

En el Día del Bombero Voluntario, cuatro agentes del cuartel de Río Segundo nos visitaron para compartir sus historias y reflexiones. Vocación, amor y entrega marcaron cada uno de sus relatos.

Córdoba

En el marco del Día del Bombero Voluntario, invitamos a Sergio Colazo, Brenda Storti, Emiliano Ocaña y Mario Saldaña, integrantes del cuartel de Río Segundo. En una charla emotiva y llena de admiración por la tarea que cumplen, compartieron sus experiencias, sus motivaciones y el compromiso que implica vestir el uniforme.

Mario Saldaña, jefe del cuartel, destacó el sentido de representatividad de la fecha: "Tenemos la posibilidad de representar a todos los bomberos voluntarios de la provincia y del país". Con 28 años de servicio habló sobre el esfuerzo que implica la tarea: "El trabajo del bombero voluntario es un trabajo de todos los días". Explicó que "el común de la gente piensa que nosotros vamos al cuartel solamente cuando hay una emergencia, pero no es así". Además, señaló que se capacitan los fines de semana porque muchos trabajan durante la semana, y que todo el tiempo están acondicionando los equipos: "Tenemos que regular los tiempos entre el trabajo, la familia y los bomberos".

Brenda y Sergio, además de ser compañeros de cuartel, son pareja y padres de un bebé. Cuando ambos deben salir a una emergencia, su hijo queda al cuidado de los padrinos. En otras ocasiones, pueden turnarse para que uno se quede con el bebé. Deben superar los miedos de lo que les pueda pasar teniendo su bebé en casa. Se sufre de los dos lados, el que se queda y el que sale.

Por su parte, Emiliano relató que su vocación nació en la infancia: "Mi familia trabaja en el campo, y cuando tenía 8 años se incendió el campo que estaba alquilando mi familia". "Aparecen los bomberos de Villa del Tránsito, y uno de ellos me explica lo que estaba pasando", contó. "Toda esa semana le hablé a mi mamá de los bomberos, estaba obsesionado". A los 15 se inscribió en el cuartel de Río Segundo y recordó: "El primer día el cuartel me recibió, me acogió muy bien. Me hicieron sentir parte ahí no más del cuartel". Su primer incendio fue a los 18 años: "Fue un incendio de pastizales. Me acuerdo de los nervios y de las ganas de salir, de probar todo lo que había aprendido. Fue el día más feliz del mundo".

Les pedimos que definieran su trabajo con una sola palabra y sus respuestas fueron: "Ser bombero es una pasión", "amor a la vida", "poder dar el máximo de lo que uno tiene" y "voluntad". Amor, pasión y voluntad, todo lo que se debe tener para ser un buen bombero.

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