El incidente dejó a tres personas heridas, entre ellas una empleada que sufrió una fractura, mientras que las otras dos presentaron lesiones leves y fueron trasladadas por emergencias locales.
El incidente ocurrió cuando una parte del techo del establecimiento se desprendió debido a la intensidad del viento. En una de las habitaciones afectadas se encontraba alojado un matrimonio con dos menores, quienes, afortunadamente, no sufrieron lesiones graves.
El hotel, conocido por su original propuesta que incluye un restaurante atendido por un robot mozo y aviones adaptados como bares, vivió momentos de tensión en plena noche festiva.
Oscar Scorza, propietario del Nono Luigi Campo Hotel, describió la magnitud de los daños: "El viento se llevó todo el techo del hotel". La situación generó un operativo de emergencia para garantizar la seguridad de los presentes y evaluar los daños en las instalaciones.
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