En el hogar vivían varios niños, uno de ellos con discapacidad. A la angustia de haberlo perdido todo, se suma ahora una situación aún más crítica: por el riesgo de derrumbe, la casa será demolida.
El panorama es desolador. La casa quedó totalmente inhabitable y la familia, que aún no tiene un techo firme donde vivir, necesita de forma urgente la solidaridad de la comunidad. Si bien recibieron asistencia estatal inicial, esa ayuda es limitada y no alcanza para enfrentar la gravedad del momento.
Los damnificados expresaron su angustia: “No tenemos un lugar fijo para quedarnos. Necesitamos ayuda”.
Quienes puedan colaborar pueden comunicarse al 3517548739.
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