A casi 10 meses del trágico crimen de Susana Montoya (74), el fiscal Juan Pablo Klinger solicitó elevar a juicio la causa que investiga a Fernando Armando Albareda, por el asesinato de su madre.
El ex dirigente de Derechos Humanos en Córdoba está imputado homicidio triplemente calificado por el vínculo, con alevosía y codicia, y por haber incurrido en falso testimonio, cargos que implican la prisión perpetua.
La causa
El asesinato de Montoya ocurrió el 1 de agosto de 2024, en barrio Ampliación Poeta Lugones.
Según la fiscalía, el móvil del crimen se produjo por una mezcla de resentimiento hacia su progenitora y un apetito desmesurado de riqueza, ante el inminente cobro de una importante suma de dinero que debía cobrar.
Se trataba de un reclamo administrativo para la restitución del estado policial de su padre, Ricardo Fermín Albareda, desaparecido durante la dictadura militar y recientemente reconocido como víctima.
En este contexto, familiares y amigos declararon que Albareda reclamaba parte del dinero que su madre estaba por percibir y que la relación entre ellos era conflictiva.
Desde un primer momento, intentó desligarse del caso apuntando a una patota parapolicial. Pero, con el correr del tiempo, su situación se complicó y se convirtió en el único sospechoso.
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