El viernes 10 de octubre, el Parque Nacional Quebrada del Condorito fue escenario de un incendio devastador que arrasó más de 6200 hectáreas. Todo comenzó cuando una Ford EcoSport que ingresaba al parque se prendió fuego por causas que aún se investigan. Las ráfagas de viento y los pastizales secos propagaron las llamas, que se extendieron con rapidez e hicieron incontrolable el avance.
El fuego rodeó incluso a la escuela Pagliari, ubicada al costado de la ruta. En el interior del parque, 120 turistas fueron rescatados por los guardaparques, que se convirtieron en héroes en medio del caos. “Dos guardaparques que se encontraban en la senda, pudieron abordar a todos los turistas, calmarlos, organizar los puntos seguros para contener a la gente y esperar la llegada de los móviles para evacuarlos. Salvamos, sí, más de 120 vidas”, relataron.
Aunque no hubo heridos, las pérdidas materiales fueron significativas: 17 autos resultaron siniestrados, y el parque permanecerá cerrado por tiempo indeterminado. Todavía se registran zonas calientes y se evalúa suspender la temporada de pesca de trucha.
El impacto ambiental es severo y las imágenes actuales muestran un paisaje desolador. “Hay dos contrastes: ver lo que en 20 y pico de años se estaba gestando, todo lo que avanzó el parque desde su creación… y hoy, la esperanza. El ambiente nos es favorable, se va a recuperar. Hay que ayudarlo, porque merece que estemos arriba. Lo vamos a sacar adelante”, expresó un guardaparque.
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