El arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, participó por primera vez de un cónclave y fue testigo de la elección de Robert Prevost como nuevo Papa. Desde Roma, donde el próximo domingo se realizará la ceremonia oficial del inicio del pontificado de León XIV, Rossi compartió su experiencia en el Vaticano y su visión sobre la continuidad pastoral con respecto al legado de Francisco.
En diálogo con Telefe Córdoba, aseguró que León XIV representa una continuidad con la "huella abierta por Francisco" y destacó su perfil espiritual, cercano a los más vulnerables: “Es un hombre de Dios, espiritual, rezador, un hombre con los pies en la tierra. Ha vivido en zonas pobres de Perú, jugándose por los más sencillos”.
Rossi remarcó que el nuevo Papa “no tiene por qué imitar a Francisco, pero es bueno que haya una línea de continuidad” y señaló que “el tema de la paz es el tema más fuerte en estos tiempos, fue el gran dolor que se llevó el Papa a la tumba”. En ese sentido, consideró que León XIV “toma la posta” y que sus primeros gestos “indican un deseo de seguir esa huella, con su propia originalidad”. También contó que compartió dos meses de trabajo junto a Prevost durante el Sínodo, donde percibió “a un hombre sereno, con mirada sabia y una profunda bondad”.
“De verlo, de estar cerca, te pacifica. No es poco para hoy en día, que estamos rodeados de personajes que no nos pacifican mucho que digamos”, reflexionó Rossi, y contó que el nuevo Papa manifestó su intención de visitar la Argentina. Finalmente, recordó con emoción los últimos días tras la muerte de Francisco: “Se nos ha muerto un padre, visto no solo desde la fe, sino desde el corazón humano. Las cocineras, los guardias, me decían llorando: 'no se murió el Papa, se nos ha muerto nuestro padre'”.
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