En el límite entre barrio La Huerta y Ciudad Obispo Angelelli, funciona el comedor “Rayitos de Amor”, un espacio comunitario que desde hace 12 años ofrece un plato de comida caliente a quienes más lo necesitan. Surgió del corazón solidario de Mari, una vecina que, movida por el amor a su comunidad, decidió ayudar a los demás.
Con el paso del tiempo, y sobre todo después de la pandemia, la demanda creció de forma exponencial. Mientras que al principio asistían a unas 40 personas, hoy ya son cerca de 170 vecinos los que dependen a diario de la comida que preparan.
La mayoría de las veces cocinan guiso, por una cuestión económica y porque es un plato rendidor que permite alimentar a todos.
Mari, se prepara para servir el almuerzo del día. “Ayudamos a los vecinos”, afirma con sencillez, como quien resume en pocas palabras una tarea enorme, sostenida con esfuerzo y compromiso.
Quienes puedan colaborar pueden comunicarse al 351 2 566211. Toda ayuda, por mínima que sea, suma para que este gesto de amor colectivo siga llegando a quienes más lo necesitan.
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