El objetivo principal de esta iniciativa es mitigar el impacto económico de los aumentos en las facturas de luz, especialmente para aquellos usuarios que no reciben subsidios o cuya situación económica ha cambiado en los últimos meses.
El proceso de recategorización se basa en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (Rase), establecido por el gobierno nacional a mediados de 2022, que divide a los usuarios en tres categorías: N1, N2 y N3, según sus ingresos y otros criterios específicos.
Para determinar en qué categoría se encuentra cada usuario, se tienen en cuenta varios factores, como los ingresos mensuales totales del hogar, la posesión de vehículos e inmuebles, entre otros.
Categoría N1: Incluye a aquellos usuarios con ingresos más altos, que no reciben ningún tipo de subsidio al costo de la energía.
Categoría N2: Destinada a personas con ingresos bajos, que mantienen subsidios más altos sobre el costo de la energía.
Categoría N3: Dirigida a usuarios de ingresos medios, que reciben subsidios menores que en la categoría N2.
El grupo N1, que no recibe subsidios, incluye a aquellos con ingresos mensuales totales del hogar equivalentes o superiores a 3,5 canastas básicas, y poseedores de tres o más vehículos o inmuebles.
La recategorización busca corregir posibles errores en la asignación de categorías y ajustarlas de acuerdo con la situación económica actual de los usuarios. Incluso aquellos que experimentaron una caída en sus ingresos podrán ser recategorizados para recibir un alivio en el pago de sus facturas de luz.
El plan de recategorización no solo beneficiará a quienes quedaron en la categoría N1 por falta de trámite o error, sino también a aquellos cuya situación económica ha cambiado y deberían estar en otra categoría, como pasar de N3 a N2.
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