Paul Francés tiene 9 años, vive en La Calera y fue diagnosticado con una forma severa de autismo verbal. El contacto con la naturaleza se convirtió en uno de los vínculos que más logra disfrutar, y junto a su padre Lisandro, se propusieron un objetivo desafiante: llegar a la cima del Cerro Champaquí.
El sueño se cumplió a principios de mayo, tras una expedición de tres días. Entrenaron durante meses en las sierras cercanas a La Calera. "Aquí en el Parque Icardi empezamos a correr, a trotar, hicimos algunas colinas aquí de La Calera, como para iniciar a ver cómo era su comportamiento", contó Lisandro. "Ahí vimos realmente que tenía una condición de caminar, que le gustaba".
El recorrido comenzó en Villa Alpina. "Comenzamos la expedición por ahí, caminando hasta el puesto Moisés López, a unos 2000 metros de altitud. Ahí hicimos noche y al día siguiente atacamos la cumbre. Llegamos 15:40 sin problemas", detalló su padre, que es guía de montaña.
"Fue una experiencia desafiante para mí, porque llevarlo a él allá implicaba una presión extra para mí. Si bien yo soy guía, no es lo mismo llevar a un cliente que a un niño autista, fue un desafío", confesó Lisandro. "El se desenvolvió bien, estuvo bien, tranquilo, contento, que era lo que me interesaba".
La familia vivió tres años en Fortaleza, Brasil, donde nacieron Paul y uno de sus hermanos. Por eso llevó hasta la cima las banderas de Argentina y Brasil. "El contacto con la naturaleza le hizo muy bien, porque tres días no es fácil para ningún niño estar fuera de casa. Para él, estuvo bastante tranquilo, contento".
Según explicó su papá, Paul no recibe terapias desde hace cinco años por su cuadro de ansiedad, que fue empeorando con el tiempo. La experiencia en la montaña demostró que ese vínculo con la naturaleza puede ser una gran herramienta.
El próximo sueño ya está planteado: "Las próximas son en Mendoza. Ya hemos sido invitados a otros lugares, pero precisamos de logísticas y de algunas empresas de montaña que nos apoyen. Tenemos pocos equipos".
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