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Pasó dos años preso y fue absuelto

La Cámara Tercera del Crimen retiró la acusación contra Carlos Soria, tras reconocer que no había pruebas suficientes.

Córdoba

Carlos Soria fue absuelto luego de pasar dos años preso, acusado del homicidio de su amiga Patricia Saad, de 65 años. A casi siete años del crimen, La Cámara Tercera del Crimen absolvió al único imputado que tenía la causa y dispuso que el expediente vuelva a la fiscalía de origen para que se retome la investigación desde otras hipótesis.

El crimen ocurrió en julio de 2018 en la vivienda de la víctima, en la localidad cordobesa de Tanti. La mujer, conocida como "la turca", fue hallada sin vida con once golpes en la cabeza. El crimen ocurrió en julio de 2018 en la vivienda de la víctima, en la localidad cordobesa de Tanti.

Soria, vinculado al rubro de la construcción al igual que Saad, había sido detenido en 2023. Sin embargo, la Cámara Tercera del Crimen resolvió retirar la acusación tras las primeras audiencias del juicio oral, al considerar que no había pruebas para sostenerla. Así, el caso no llegó a ser evaluado por el jurado popular ni por un tribunal técnico.

Durante el proceso, el acusado cuestionó duramente la investigación que lo llevó a la cárcel. "La acusación fue desde el principio muy rara, porque no me habían dado pruebas de nada", dijo.

En su testimonio, relató que la fiscalía ignoró pruebas clave que podrían haber orientado la investigación hacia otras personas. Según detalló, un informe de genética forense indicaba que bajo las uñas de la víctima había ADN que no era el suyo, al igual que otro perfil genético masculino hallado en la cocina. "La fiscal se entera de esta prueba ahora con el juicio, lo tuvo a disposición a los ocho meses", sostuvo.

Soria también apuntó a la debilidad de los elementos en su contra. "Uno era que habían visto mi camioneta cerca de la escena del crimen. Otro, un ADN de células epiteliales incompletas y minoritarias en una toalla de cocina. Y arriba de esas células estaban las de Patricia, lo que indica que yo me sequé las manos y luego ella también, estando en vida". Para el acusado, "la evidencia de mi presencia fue armada para cerrar la historia".

Durante su detención, el hombre denunció haber sufrido condiciones extremas y que su esposa tuvo que hacerse cargo de reunir las pruebas para la defensa. "Mi señora fue la que se llevó la peor parte, pagó con la salud el tener que hacer frente a todo lo que venía", expresó.

Crítico del sistema judicial, afirmó que contrató peritos y logró revertir la causa: "Demostramos que fueron ineptos desde el principio al final en esta investigación". Y agregó: "Si algo puedo hacer de ahora en más es tratar de que la justicia se cure a sí misma, vacunándose contra gente como esta".

Sobre su paso por la cárcel, Soria reflexionó: "Nadie sale mejor de la cárcel, y la cárcel tiene mucho que mejorar. Conocí detenidos que considero que no tendrían que estar ahí. La prisión preventiva en Córdoba se utiliza muy libremente. Los fiscales son amos y señores en este campo".

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