El precio del pollo volvió a subir, generando preocupación entre comerciantes y consumidores. La suba impacta directamente en la economía de los hogares y dificulta la estabilidad de los negocios que dependen de su comercialización.
Una comerciante del rubro expresó su angustia ante la difícil situación: “Es difícil sostener un precio para tener una oferta que no sea tan cara”, señaló. Según explicó, los clientes cada vez compran menos y, en muchos casos, solo adquieren lo necesario para el día.
Conmovida, la comerciante contó que su negocio es el principal sustento de su familia y que la situación se vuelve cada vez más complicada. “Tratamos de sobrevivir, en mi familia somos tres. Dijo entre lágrimas.
El aumento del pollo se suma a una serie de incrementos en los alimentos esenciales, lo que afecta tanto a los comerciantes como a los consumidores, que ven reducida su capacidad de compra.
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