Un fletero fue víctima de un violento asalto en la ciudad de Córdoba, en el marco de una preocupante modalidad delictiva que afecta al rubro. El hombre fue engañado mediante un falso pedido de traslado de una moto y emboscado por cinco delincuentes armados, quienes le quitaron todas sus pertenencias y lo obligaron a entregar sus claves bancarias. El monto robado supera el millón y medio de pesos.
Según relató la víctima, el viaje había sido pactado desde ruta 5, a la altura de Santa Ana, hasta barrio San Roque, en zona de ruta 20. Al llegar al lugar indicado, uno de los supuestos clientes sacó un arma y lo obligó a desviarse por un camino de tierra. “Cuando llegamos a ruta 20, cerca de la gomería, me hacen entrar en una dársena. Les digo que los dejaba ahí y el que iba al lado mío saca un arma, me apunta con un revólver y me dice: ‘Ya estás donado, viejo. Entrá’”, contó el hombre.
El conductor fue obligado a avanzar algunas cuadras hasta ingresar a una zona sin salida. Allí ya lo esperaban otros tres delincuentes, convocados previamente mediante una llamada. “Me hicieron bajar de la camioneta, bajaron la moto, me pusieron el revólver en la cabeza y me hicieron abrir las manos”, describió. Luego, lo forzaron a desbloquear su celular y acceder a todas sus aplicaciones bancarias y billeteras virtuales. “Yo les daba mal las claves por los nervios y porque no quería que me abrieran el teléfono. Cuando lo abrieron vieron que tenía todas las billeteras virtuales”, agregó.
Bajo amenazas constantes y con un arma apuntándole a la cabeza, le exigieron las claves y comenzaron a realizar transferencias y tomar créditos en su nombre. “Me han sacado créditos en Mercado Pago, en el banco, me vaciaron Naranja X. Hasta que llegué a casa y mi señora pudo cerrar las aplicaciones, habían sacado más de un millón y medio”.
Tras liberarse, el hombre logró escapar algunas cuadras donde encontró un patrullero. Sin embargo, los agentes le respondieron que no podían ingresar al lugar del asalto. “Encuentro a la Policía, les digo lo que pasó y me dicen que no pueden entrar ahí porque les tiran piedras. Una impotencia”.
Finalmente, gracias al grupo de fleteros, logró identificar a los delincuentes. “Logramos ubicar a estas personas. Pasé las fotos al grupo de fleteros y los conocen”, afirmó. El caso ya fue denunciado y generó preocupación en el sector, que alerta sobre la proliferación de este tipo de emboscadas bajo falsas excusas de trabajo.
Comentarios