Este viernes, el ambiente del periodismo cordobés se vistió de luto con la triste noticia del fallecimiento de Manolo Lafuente, un comunicador carismático y querido, reconocido como un emblema de la "vieja escuela" del periodismo, caracterizado por su estilo bohemio tanto en su vida como en su profesión.
La noticia fue confirmada a través de las redes sociales por el propio hijo del periodista, así como por su hermano, el destacado artista plástico Javier Lafuente. En sus emotivas palabras, Javier describió a Manolo como un individuo inolvidable, un genio de las letras y la elocuencia, un periodista apasionado y rebelde, pero sobre todo, como una persona generosa que dejaba una huella imborrable en todos los que lo conocían.
Nacido en el barrio porteño de San Telmo, Manolo Lafuente encontró en Córdoba, especialmente en Unquillo, su hogar y lugar de residencia. Desde temprana edad, mostró su pasión por la escritura y el periodismo, realizando sus estudios tanto en Buenos Aires como en Córdoba.
Su carrera profesional lo llevó a trabajar en importantes medios de comunicación de Córdoba, dejando una marca indeleble en cada paso que dio. Su inicio en el periodismo lo marcó en el diario Los Principios, donde demostró su valía como cronista, entrevistando a figuras destacadas y desafiando las restricciones de la censura con su pluma audaz.
Además de su labor periodística, Manolo era un apasionado de la música y la poesía, intereses que también compartía con su audiencia a través de sus columnas en el Multimedio SRT.
El legado de Manolo Lafuente perdurará en la memoria de sus colegas, amigos y lectores, quienes lo recordarán no solo por su talento profesional, sino también por su calidez humana y su espíritu indomable. Su partida deja un vacío en el periodismo cordobés, pero su legado perdurará en cada palabra escrita y en cada historia compartida.
Las redes sociales se inundaron de despedidas y muestras de cariño hacia este icono del periodismo local, cuyo recuerdo seguirá vivo en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar junto a él. Manolo Lafuente, un cronista de la vida con el vuelo de los poetas, deja un hueco irremplazable en el paisaje periodístico cordobés.
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