El Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba publicó un informe con la evolución de precios de 2012 a 2022 y calculó que un grupo de alimentos de la canasta básica incrementaron 3.133 por ciento en promedio en estos 10 años.
La institución explicó que el informe “pretende graficar de una manera práctica y sencilla, una de las causas del sostenido crecimiento de los índices de pobreza e indigencia, cada vez que los bienes básicos esenciales incrementan su valor de manera exponencial”
El documento se encarga de estudiar la evolución de precios año por año de los principales productos Canasta Básica Alimentaria. También, los indicadores de la Canasta Básica Total; la evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM); el movimiento del valor de la Jubilación Mínima y el precio oficial Dólar.
Por ejemplo, el aceite de girasol costaba $6,24 en mayo de 2012, mientras que en el mismo mes de este año su precio era de $237,40. Es decir, un aumento de 3.704%.
En comparación de esos mismos periodos, el dólar paralelo se vendía a $5,20 en 2012 y en mayo de 2022 alcanzó los $208. Esto significa una variación del 4.000%.
El café molido subió 4.285% (de $35,80 a $1.570) y el kilo de carne de pulpa aumentó 4.117% (de $38,42 a $1.620).
Además, el salario mínimo, vital y móvil pasó de $2.300 a $38.940 (varió 1593%) y la jubilación mínima de $1.684 a $31.930 (1796%), muy por debajo de la inflación calculada en estos 10 años.
El director del Centro de Almaceneros de Córdoba, Germán Romano, explicó que realizaron la comparación con el dólar porque es un valor de referencia.
“Mientras que en 2012 el salario mínimo era de 515 dólares, hoy está en 325 dólares. Es decir, perdió 139%”, dijo a Telefe Noticias.
Con un salario mínimo, vital y móvil en 2012 se podía comprar 118 garrafas de 10 kilos, y hoy solo 45. En ese mismo periodo, se podían comprar 60 kilos de carne vacuna, hoy solo 24 kilos. De 467 litros de leche, en 2022 se pueden comprar 240 litros.
“Así se va deteriorando el poder adquisitivo de todos los consumidores, con mayor daños a los sectores más vulnerables. Esto también explica una parte de los índices de pobreza”, agregó.
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