Según la denuncia presentada por la madre del joven, el control policial no solo fue injustificado, sino que también se produjo sin ningún registro oficial, lo que refuerza las sospechas de un operativo irregular.
La fiscal Sabrina Ardiles está a cargo de la investigación, que revela que los policías redujeron al menor con fuerza física y lo agredieron verbalmente. Y agregó que el accionar policial “excedió los límites de un procedimiento legítimo” y representó un uso de la fuerza injustificado y desproporcionado.
El hecho ocurrió el 25 de octubre, cuando los policías interceptaron al adolescente que regresaba a su casa en bicicleta, lo redujeron con fuerza física y lo agredieron verbalmente. El chico sufrió lesiones en el cuello y en la muñeca izquierda, según el certificado médico incorporado al expediente.
Los tres policías ya fueron notificados de la imputación, mientras la fiscalía sigue reuniendo pruebas y testimonios para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de cada uno de los involucrados.
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