El criterio de los magistrados es que no cabe recriminarle a Ignacio Martín ninguno de esos dos delitos porque nunca utilizó documentos originales y, por lo tanto, no se pudo comprobar que los hubiera adulterado.
Buena parcial noticia para Ignacio Martín, en dos de los siete delitos de los que se lo acusa. El conocido como “médico trucho” sigue en prisión preventiva, y sobre él aún pesan los cargos de “homicidio simple por dolo eventual, lesiones graves, ejercicio ilegal de la medicina, defraudación calificada y defraudación calificada en grado de tentativa”.
Martín había presentado en la Secretaría de Salud Municipal una copia modificada de un DNI, perteneciente a otra persona, cuando desde el área lo asesoraban con los trámites para convertirse en proveedor del Estado local.
Allí mismo habría invocado la matrícula de médico profesional 42678/9, que luego se comprobó pertenecía a una mujer. En ninguno de los dos casos presentó los originales, que tampoco fueron hallados por la Justicia, y eso terminaría favoreciéndolo -al menos por ahora- en el proceso en su contra.
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