Un análisis de ADN permitió reconocer el cadáver encontrado en un placar de un departamento céntrico. La medida fue solicitada por la fiscal Silvana Fernández en el marco de la investigación de una joven desaparecida desde agosto del año pasado.
La víctima fue identificada como Milagros Micaela Bastos, de 22 años, quien vivía en situación de extrema vulnerabilidad y presentaba problemas de adicción en la zona del Bajo Pueyrredón.
El departamento donde se hallaron los restos pertenecía a Horacio Grasso, expolicía condenado a 27 años de prisión por el asesinato de un niño, y que cumplía su sentencia bajo arresto domiciliario.
La fiscalía, encabezada por José Bringas, analiza la posibilidad de imputar a Grasso por femicidio. Fuentes cercanas al caso indicaron que la evidencia podría conducir a la imputación formal contra el expolicía.
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