El miércoles 5 de marzo, en el estadio General Pablo Rojas de Asunción, Paraguay, Talleres de Córdoba se coronó campeón de la Supercopa Internacional al vencer a River Plate en una emocionante definición por penales, tras un empate sin goles en el tiempo reglamentario. Este logro histórico desató una ola de celebraciones entre los hinchas albiazules, quienes encontraron en los tatuajes una forma de eternizar este momento.
Uno de los fanáticos, presente en el estadio Mario Alberto Kempes durante la transmisión del partido, decidió tatuarse en honor al campeonato. "Todo sea por Talleres", expresó mientras el artista trabajaba en su piel. Recordó con emoción la tensa definición por penales: "Sabía que era ese día, sabía que era nuestra la copa. Pasaron cosas que no iban a pasar nunca, como el penal de Montiel, Armani atajando penales. Es algo inexplicable".
La pasión por Talleres trasciende el campo de juego, y estos tatuajes son una muestra palpable de cómo el fútbol puede marcar la vida de sus seguidores, llevándolos a expresar su amor por el club de maneras profundas y permanentes.
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