Más de 20 jubilados fueron estafados en momentos en que tras cobrar su jubilación, regresaban a sus hogares en un taxi.
Tras recibir una importante cantidad de denuncias por parte de jubilados que aseguraban que el propio banco les había pagados su jubilación o pensión con dinero falso, la justicia corroboró que había un denominador común en todos los casos: un taxista.
Según la investigación, al momento de pagar, el taxista delincuente les decía que los billetes que habían recibido en el banco eran falsos y tras ganarse la confianza del pasajero alertándolo sobre una supuesta estafa por parte del banco, procedía a cambiarles los billetes por billetes truchos. Incluso, los alentaba a denunciar a la entidad bancaria por falsificación.
A diferencia de los falsificadores habituales, que buscan perfeccionar al máximo la copia de billetes para que parezcan legales, esta banda hacía réplicas de pésima calidad en una impresora de uso común.
Hasta el momento fueron detenidas dos personas: el taxista y el encargado de falsificar los billetes.
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